Nunca había entrado por una puerta giratoria. Decidió, tras largos minutos de cálculos desmedidos, hacerlo. Pobre de él, sigue girando, esperando a su coraje que aún no se decide a salir.
Nunca había entrado por una puerta giratoria. Decidió, tras largos minutos de cálculos desmedidos, hacerlo. Pobre de él, sigue girando, esperando a su coraje que aún no se decide a salir.